Desde su aparición una de las desventajas que todas las personas que han utilizado el sistema operativo Linux a nivel usuario han señalado, es la dificultad a la hora de instalar programas, frente a la aparente sencillez con la que lo hace Windows. Además existen determinadas aplicaciones desarrolladas para el sistema operativo de Microsoft que no se encuentran en su correspondiente versión para Linux, lo que hace que, definitivamente, sean muchas las personas que no se decidan a probar en profundidad este sistema operativo que tanta adhesión consigue entre aquellos que deciden zambullirse en él.

Sin embargo tenemos alternativas que nos permiten ejecutar programas diseñados para Windows en entornos Linux, como es el caso de Wine 1.4.1. Wine es un cargador de programas que permite que muchas aplicaciones para Windows se ejecuten sin modificarse en el sistema operativo Linux.

Una de las ventajas con las que cuenta Wine es la cantidad de formas de instalarlo que nos presenta. Asi lo podemos encontrar en la página oficial, en los repositorios o incluso lo podemos instalar mediante la ejecución de comandos, permitiendo de esta forma un amplio abanico de opciones para poder contar con esta aplicación en nuestro sistema Linux.

Una vez hemos procedido a la descarga e instalación de Wine en nuestro sistema, ya está completamente operativo para permitirnos instalar en Linux aplicaciones que han sido desarrolladas para funcionar bajo Windows. La forma de realizar esa instalación es muy sencilla. Una vez descargado el archivo de instalación de la aplicación Windows que queremos hacer funcionar en Linux, bastará con hacer doble click sobre ella, al estilo de como lo haríamos en Windows.

En el caso de que nos arroje un error, bastará con pulsar sobre el archivo de instalación con botón derecho de ratón y en las propiedades del archivo, en la pestaña permisos, marcar la opción "permitir ejecutar el archivo como un programa". Una vez hecho esto, volveremos a hacer doble click o bien a pulsar botón derecho de ratón y la opción "Abrir con Wine Cargador de programas de Windows".

La aplicación comenzará a instalarse en nuestro sistema con el mismo procedimiento que lo haría en Windows y con la única diferencia de la carpeta de destino donde se instalará, carpeta que tendremos que señalar nosotros mismos.

Una vez instalado definitivamente el programa, para proceder a su ejecución seguiremos el mismo procedimiento que para su instalación, hacer doble click sobre el ejecutable o bien botón derecho y "Abrir con Wine Cargador de programas de Windows". Ahí podremos ver que el programa se ejecuta sin problemas y que podemos trabajar con él exactamente igual que lo haríamos desde Windows.

El porcentaje de aplicaciones para Windows que funcionan sin problema en sistemas operativos Linux utilizando Wine ronda aproximadamente el 90%. No obstante tenemos a nuestra disposición páginas donde encontramos listados de aplicaciones que no son completamente funcionales con este sistema.